y los cielos entonces se me cierran.
Noches caen y siento los pies frios.
Oh Noche eterna!,
noche color de agua profunda.
La dama de la esperanza
rueda montaña abajo.
La valentia me ve sonriendo...
ella esta perturbada.
Oh arboles de pino!,
las estrellas son tantas,
mi vida ahora es tan corta.
Oh arboles de cipres!,
el amanecer no llega y
mis ojos se ciegan enamorados,
enamorados de la oscuridad.
Cabellos se enredan sobre mi rostro,
cabellos que no son mios.
Y la oscuridad al fin me abraza, y suspiro.
Y escucho el canto de aquel caballero;
él que está vestido de negro.
Una flauta suena,
tierra desboronandose está.
Oh tierras lejanas!,
o caminos polvorientos!.
Y sonidos de campanas me ahogan!,
y caminos que no recordaba me rodean,
y deseo caminar...
El bosque de ancianos me espera,
ellos son sabios,
ellos sabran que hacer,
hacer con mi cuerpo desmayado.
Incienzo me rodea,
cabellos de pino se queman,
y entre la tormenta de necesidades
se desencadena mi vida.
Entonces recuerdos son borrados,
caminos son barridos,
y un corazon roto...
un corazon roto reemplazado,
por fin.
- Estuardolh
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